Hécate a los datos: ¿en qué y de qué manera influyen las Kardashian?

Angelina Jolie ingresa más de 20 millones de dólares por película. Cristiano Ronaldo obtiene unos beneficios de 32 millones de euros por temporada. Lady Gaga gana 750.000 dólares por dar un concierto privado. Kimberly Noel Kardashian-West factura medio millón de dólares por cada campaña publicitaria en redes sociales y 200.000 dólares por su aparición en un evento. Sí, su facturación depende por entero de su capacidad de conseguir el interés de la población sin que esto esté relacionado con una “profesión”, como en los casos anteriores. Ahora bien, ¿cuál es el motivo del éxito de esta chica “sin talento” (tal y como se le define comúnmente) y su familia? Esta y otras preguntas sobre el clan Kardashian-Jenner son el objeto de estudio de la encuesta realizada entre una muestra de 141 personas que nos permitirá dilucidar cuál es la opinión general de los españoles sobre este tema.

En los últimos años la familia Kardashian se ha convertido en lo más parecido a una familia real para los norteamericanos. El clan comienza a ser reconocido para los estadounidenses alrededor de lo años 90 con el caso de O.J Simpsons, a quien Robert Kardashian defendió de las acusaciones de asesinato. Sin embargo, es tras el divorcio con Kris Houghton y la posterior boda de ésta con el medallista olímpico Bruce Jenner cuando pasados unos años se empieza a emitir un reality show sobre sus vidas. El programa, llamado ‘Keeping up with the Kardashians’ se centra en el día a día de las tres hermanas Kardashian y más adelante adquirirán más protagonismo las hijas pequeñas del matrimonio Jenner-Houghton. La clave del éxito reality es sin duda la mayor de las hijas, Kim Kardashian, conocida en el mundo del corazón por su previa amistad con Paris Hilton y escándalos sexuales. El fenómeno se asienta en la sociedad americana a lo largo de finales de los 2000 y se consolida mundialmente en los últimos años. La narrativa del mismo se complementa a su vez con las noticias sensacionalistas, las redes sociales y la publicidad. Surge un imperio que se retroalimenta de sí mismo gracias a los medios y la creación de una marca propia diversificada en distintos sectores, desde el textil, con diferentes tiendas de moda o colaboraciones junto a importantes marcas, hasta juegos para smartphones, todo esto apoyado e impulsado siempre por su imagen pública y status de celebrities.

Pero el éxito innegable que cosechan en su país no es tan apreciable en Europa, donde sus apariciones, aunque multitudinarias, no alcanzan la importancia mediática que sí tienen en EEUU. Durante los últimos años, la popularidad de las Kardashian-Jenner ha disminuido levemente. Este hecho es más apreciable en países europeos donde el ‘buzz’ mediático ante cualquier movimiento del clan no es significativo siquiera. A la hora de analizar la popularidad de la controvertida familia, concluimos que entre los españoles, asciende a 70,8% la cantidad de encuestados que afirman tener poco o ningún interés en sus actividades, mientras que tan solo el 4,2% se muestra muy interesado en ellas.

Esto se ha visto reflejado en una de sus fuentes de ingresos más potentes: el ya mencionado reality “Keeping up with the Kardashians”, cuya audiencia caería más de un 40% en el último año, con apenas 1.6 millones de espectadores, lejos sin duda de los más de 3 millones de media obtenidos durante las primeras temporadas.

Por otro lado y como ya hemos comentado al inicio, el sustento económico del clan Kardashian depende en su mayoría de la imagen que han creado de ellas mismas y de la cantidad de seguidores que cosechan en redes sociales. Desde Kim, la más famosa de la familia, con 99,4 millones en instagram, hasta Kylie, que a pesar de ser la más joven la sigue de cerca con 93,3 millones. Es decir, cantidades equiparables a un tercio de la población estadounidense o más del doble de la española. Entre nuestros encuestados, al menos el 33,8% declara seguir, como mínimo, a un miembro de la familia, algo que corrobora la idea de que su popularidad extramuros de su país natal disminuye considerablemente. Además, hemos concluido que el medio a través del cual la información sobre las Kardashian-Jenner llega a la población de forma más eficaz es, claramente, Instagram con un 44,7%. El puesto de Snapchat en este ranking (red social de la cual se declararon reinas) es el último debido al declive evidente de esta plataforma durante el último año, pero no debemos olvidar que en el momento en el que surge la marca Kardashian, esta red social sería imprescindible.

A la hora de analizar la popularidad de cada miembro de la familia, encontramos que es Kendall Jenner la mejor valorada, siendo la favorita del 36% de los encuestados, si bien es la tercera en el ranking según la cantidad de seguidores en instagram. Hemos buscado una forma de interpretar este hecho y hemos concluido que podría deberse a que, si bien Kylie y Kim publican contenido más asiduamente y mucho más controvertido, la imagen de Kendall se asocia al mundo de la moda y su oficio como top model para firmas como Chanel o Dior la sitúa en un plano diferente al de sus hermanas, en el que su fama se entiende como “merecida”. Este sería el principal motivo de que cuente con el cariño y admiración de gran parte de las adolescentes. También hemos extraído que la edad de los seguidores de las Kardashian-Jenner es un factor determinante a la hora de prestar más atención a un miembro u otro de la familia, es decir, de generar beneficios consumiendo unos productos u otros según quién los promocione. Por ejemplo, la edad de aquellos que eligen a Kim sigue una distribución normal de media 20 y una desviación típica de 10. Esto supone que el rango de edad al que alcanza su influencia es mayor que el de su hermana menor, Kendall, a pesar de ser esta última la más popular entre los encuestados.

Ahora bien, hemos querido plantear cuán importante es la influencia del “fenómeno Kardashian” para entender el contexto actual con el fin de saber cómo valora la población el impacto de este en nuestra generación. Para ello, hemos planteado las siguientes preguntas:

 

En cuanto a la primera pregunta (“¿Cuáles crees que son las consecuencias del impacto de las Kardashian en la sociedad?”), podemos observar que el 32,8% de los encuestados opina que, a pesar de haber creado un nuevo canon de belleza, este es una vez más inalcanzable, mientras que el 21,9% (dentro del cual el 95% son mujeres) opina que han ayudado a normalizar un nuevo modelo de apariencia, el de la “mujer con curvas”. Destacamos también una parte considerable de los encuestados (21,2%) opina que el auge del narcisismo pasa por un incremento del amor propio, es decir, ven en la “obsesión” por el selfie y la exposición algo positivo. En relación a su influencia en el ámbito tendencias, el 36,8% de los encuestados cree (el 100% mujeres) que la llegada de las Kardashian ha supuesto una revolución en el terreno de la estética y el maquillaje.

 

Una vez analizada la valoración personal de los encuestados, nos centraremos en los aspectos económicos. Si sumamos solo lo ganado por las tres hermanas mayores, Kim, Kourtney y Khloe, sus beneficios en 2016 superan los 122 millones de dólares, 158 añadiendo a las pequeñas de la familia Jenner. Por supuesto estas cifras desorbitadas no se deben solamente al considerado producto estrella, el reality, sino que nos encontramos una serie de negocios llevados conjunta e individualmente. Las ramificaciones de sus empresas se centran en el sector de la moda, con marcas propias como ‘Dash’ o ‘Good American’, colaboraciones como la llevada a cabo por Kendall y Kylie para Topshop; las diferentes aplicaciones de cada una dirigidas a cubrir la necesidad de información por parte de sus fans sobre su día a día; juegos a modo de imitación de su estilo de vida para smartphones; o el último éxito de mano de Kylie, su propia marca de maquillaje y ropa centrada especialmente en sus famosos lipkits. Sin embargo, según vemos en los datos recogidos en la encuesta, las cifras de ingresos que reciben no se corresponden con la popularidad de los productos entre los propios encuestados.

El ejemplo más claro sería el consumo de juegos, pues tan solo el 5% afirma haber jugado. Sin embargo, Kim Kardashian debe más del 40% de sus ingresos anuales obtenidos al mismo, más de 20 millones de dólares por un producto gratuito con opción a compra de paquetes una vez dentro de la app, paquetes relativamente baratos con un precio medio de 10$, por lo que los consumidores, pese a no gastar una cantidad de dinero tan elevada como en otros productos del clan como la ropa por ejemplo, prefieren consumir productos que en un principio no suponen un gasto significativo.

Destaca el aparente desinterés del 63’1% de los encuestados que afirman no haber consumido ningún producto Kardashian, ni siquiera el reality que se puede ver en abierto en nuestro país. Estos datos contrastan con el consumo estadounidense o sudamericano, donde la popularidad del mismo es considerable, y pese a cosechar datos de audiencia mejorables como ya hemos dicho, se trata de un espacio consolidado en la parrilla y conocido ampliamente por el público.

Por último, el consumo de maquillaje con un 5% merece una mención especial, pues se trata de un éxito innegable a nivel de ventas con mercancía agotada en minutos en su página web, sin embargo solo 7 personas de nuestra muestra afirman haberlo comprado. Esta baja cifra puede deberse al aumento del precio del producto al requerir de un envío desde EE.UU, doblándose casi el importe a pagar de recibirlo en el país de origen de la marca.

Si hay alguna frase que todo el mundo asocie con esta familia, es la de que no tienen ningún talento, y que su éxito es inmerecido e incluso indignante como sociedad. Sin embargo, esta idea ha evolucionado en los últimos años con las generaciones más jóvenes, quienes defienden el fenómeno y comprenden sus implicaciones y su funcionamiento sin limitarse a juzgarlo. Este hecho se puede ver en la encuesta, pues del 34% de los encuestados que opinan que el éxito de las Kardashian-Jenner no tiene lógica por su falta de talento, el 80% superan los 30 años. Aproximadamente la mitad lo entienden aunque sí les parece una cifra exagerada, de este 50’7% el rango de edad predominante se situaría en el intervalo de 26 a 30 años. Lógicamente, los que sí ven razonable su éxito y justificado por su conocimiento del negocio de su imagen y su gestión, son los más jóvenes de la encuesta, con una media de edad de 19 años.

Está claro que tras comparar los datos de la encuesta con los números reales que ilustran este fenómeno social y económico que no para de crecer, la afirmación de lo ilógico del mismo cae por su propio peso, al fin y al cabo estamos ante una marca, una marca que juega con las imágenes públicas de sus miembros y que sabe aprovecharlas para fomentar el consumo de sus productos. Su éxito y merecimiento del mismo aunque solo sea en el campo empresarial es innegable, pese a que la opinión pública se siga resistiendo a verlo.

 

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ENCUESTAS Y ESTUDIO REALIZADO POR MARÍA GONZÁLEZ RIVERO E IRENE GARRIDO MIÑANO

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